Conozco Nicaragua desde tiempos de la revolución, he compartido mesa y conversación con intelectuales y guerrilleros Nicaraguenses, y he visitado el pais en dos ocasiones, la primera de ellas con ocasión del huracán Mitch, y la segunda el pasado mes de octubre.

Pocos paises hay en el mundo a los que se haya condenado a un ostracismo semejante al que se somete a Nicaragua, despues de implicar a los corazones de medio mundo en la última revolución romántica del siglo XX, ejemplar hasta en su modo de abrazar la democaracia,  y a pesar de sufrir una de los más violentos y demoledores conflictos de los mal llamados de "baja intensidad". Resulta descorazonador asistir al abandono y la desintegración social, política, familiar que se produce en aquel pais, sin  que ninguna voz se alce para denunciarlo.

Y al mismo tiempo, manifiesto mi admiración por el pueblo nicaraguense que, a pesar de todo, resiste y lucha por salir adelante cada día, por inventar cada día.

Me ha emocionado descubrir este proyecto y, como no podía ser menos, tengo la intención de seguirlo y compartirlo.

Buena suerte compañero.